La reciente incursión ucraniana en la provincia rusa de Kursk parece un rotundo éxito propagandístico. La incursión tomó a Rusia por sorpresa, humilló a los servicios de inteligencia rusos que no descubrieron la concentración de fuerzas de Ucrania en la provincia limítrofe de Sumy y lograron penetrar casi 30 kilómetros adentro de Rusia. Así que parece un verdadero éxito, ¿verdad? Si lo que buscaba era el efecto mediático, sí. ¿Pero como estrategia de guerra?
La incursión en Kursk ha dejado a muchos analistas rascándose la cabeza intentando entender qué pretende lograr Zelenski (aparte del efímero efecto mediático). Lo que pasa es que el ejército ucraniano está lenta pero constantemente retrocediendo, particularmente en la provincia de Donetsk, y ha perdido la mayoría de sus bastiones fuertemente fortificadas construidas allí desde 2014 (Soledar, Avdiivka, Maryinka, etc.) y ahora está siendo expulsado de su bastión de Toretsk (Dzerzhinsk). El ejército ruso se acerca ahora a la ciudad de Prokovsk (Krasnoarmeysk), donde el ejercito ucraniano está construyendo apuradamente nuevas defensas, y el ejército ucraniano está bajo presión en casi todas partes de la línea del frente. Para empeorar las cosas, los rusos abrieron en mayo un nuevo frente justo al norte de la segunda ciudad de Ucrania, Járkov, lo que obligó al ejército ucraniano a trasladar allí reservas. Consiguió detener la ofensiva rusa, pero al mismo tiempo debilitó las defensas en otras partes del frente. Probablemente exactamente lo que querían los rusos. Y ahora Zelenski decidió ampliar aún más el frente con la incursión en Kursk. No es de extrañar que la retirada del ejército ucraniano en Donetsk se haya acelerado desde entonces. ¿Por qué haría eso? Hace que uno se pregunte si está en la nómina de los rusos.
La foto muestra la ciudad minera de carbón de Toretsk (Dzherzhinsk) en la provincia de Donetsk con sus vertederos. El ejército ucraniano la ha convertido en una zona fuertemente fortificada desde 2014. El ejército ruso avanza ahora dentro de la ciudad desde el este y el sur.
Zelenski y sus portavoces han cambiado varias veces su discurso, por lo que no resulta muy útil para entender sus motivos. Se han propuesto varias explicaciones:
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La ocupación de parte de la provincia de Kursk podría hacer que los rusos comprendieran lo poderosa que sigue siendo Ucrania y obligarlos a sentarse a la mesa de negociaciones, donde Ucrania tendría algo con qué negociar. Es muy improbable. Lo contrario es mucho más probable. Esto nos lleva a otra teoría, que es que esto es exactamente lo que Zelenski quería: evitar verse obligado a negociar.
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La ofensiva podría obligar al ejército ruso a trasladar tropas de otras partes del frente. Tiene más sentido, pero aparentemente no ha sucedido, ya que los rusos han preferido enviar tropas de otras partes del país. Parece que no tienen prisa por expulsar a las tropas ucranianas y prefieren desgastarlas lentamente como lo han hecho en otras partes del frente. Y mientras tanto, continúan la ofensiva en el oeste de Donetsk.
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La incursión en Kursk podría levantar la moral de la población ucraniana y hacerles creer que la guerra se puede ganar. Es sin duda cierto. Sin embargo, si al mismo tiempo el ejército ucraniano está retrocediendo en todas partes, será un placer efímero. Lo que es más, todo indica que las pérdidas ucranianas de soldados y equipos militares son horribles. Al mismo tiempo, la ofensiva ya ha perdido impulso y ahora parece que están estancados donde están, bajo fuertes bombardeos rusos. Y las pérdidas continúan.
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Zelenski quería mostrar a sus patrocinadores en la OTAN que no son una fuerza agotada. Que todavía pueden lograr algo en el campo de batalla. Es posible. Pero aparte de sus hinchas incondicionales e ingenuos como Boris Johnson y Mette Frederiksen, la mayoría de sus patrocinadores habituales han quedado sorprendentemente quietos. Supongo que no quieren salir avergonzados si todo termina mal. Lo que muy bien podría suceder.
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Se han propuesto también explicaciones más extrañas. Se dice que Zelenski esperaba poder llegar a la central nuclear rusa de Kursk y apoderarse de ella para luego cambalachearla por la central nuclear de Zaporizhia, en poder de los rusos. ¡Hay que recorrer 90 kilómetros desde la frontera hasta Kursk! Si eso es realmente lo que planeaban, entonces son muy audaces. ¿Pero inteligentes?
La contraofensiva alemana en las Ardenas en diciembre de 1944 tomó los aliados por sorpresa y al principio tuvo mucho éxito, pero no cambió el resultado de la guerra. La foto muestra soldados estadounidenses tomados prisioneros por los alemanes.
La incursión ucraniana en Kursk huele a desesperación. Las analogías históricas siempre son arriesgadas, pero lo primero que me vino a la mente fue la poderosa contraofensiva de la Alemania nazi contra las fuerzas aliadas en las Ardenas en Bélgica en diciembre de 1944, en un momento en que a casi todos le quedaba claro que la derrota alemana era solo una cuestión de tiempo. Los alemanes desplegaron alrededor de 400,000 soldados, 1,400 tanques, 1,000 aviones y mucho más equipo militar. Tomó a las fuerzas aliadas (principalmente británicas y estadounidenses) completamente por sorpresa y al principio tuvo éxito, infligiéndoles grandes pérdidas. Pero alrededor de un mes y medio después ya los alemanes estaban retrocediendo de nuevo. Fue el último intento desesperado de la Alemania nazi de cambiar el curso de la guerra. Su esperanza era que la ofensiva iba a obligar a los aliados occidentales a negociar, y al menos algunos líderes nazis albergaban la esperanza de poder convencer a los ingleses y los norteamericanos de hacer causa común con ellos contra la Unión Soviética. Pero no funcionó. En cambio, la Unión Soviética cedió al pedido de Churchill de anticipar un poderoso ataque planeado en el frente oriental (la Ofensiva del Vístula y el Óder) para aliviar la presión alemana.
Por supuesto, la ofensiva ucraniana es mucho más pequeña, involucrando probablemente a unos 15-20,000 tropas. Lo que los ucranianos han conquistado en Kursk es una zona rural escasamente poblada, y la ciudad principal, Sudzha, tenía alrededor de 6.000 habitantes (antes de que la gente huyera de ella). ¿Cuál es el futuro del ejército ucraniano en Kursk? ¿Planean (y tienen la capacidad de) continuar con las operaciones ofensivas para expandir el área, o se atrincherarán e intentarán conservar lo que han tomado? ¿O dirán que la misión ha sido cumplida y se retirarán? Aunque no tenga sentido, supongo que se atrincherarán, porque retirarse después de grandes pérdidas sería difícil de explicar a su gente.
Debo admitir que también estoy confundido en cuanto a los motivos de la aventura ucraniana en Kursk. Creo que lo más probable es que se trate, en primer lugar, de un acto mediático destinado a levantar el ánimo del público ucraniano y de sus patrocinadores de la OTAN. Esto encaja perfectamente con otras iniciativas aparentemente sin sentido de Zelenski y del ejército ucraniano.
En la foto se ve a un soldado ucraniano en el pueblo pescador de Krynky intentando crear una cabeza de puente en la orilla izquierda del Dniepr. La aventura resultó costosa en soldados muertos y equipo perdido, y fue inútil. Pero sí aportó muchas oportunidades fotográficas interesantes para su propaganda.
Por ejemplo, la intención de crear una cabeza de puente en la orilla izquierda del Dniepr (en la aldea de pescadores de Krynky), donde durante casi un año se enviaron soldados en misiones suicidas a través del río en lanchas rápidas. Más de 1000 soldados murieron, algunos antes de siquiera llegar a la orilla izquierda y otros después de pasar un tiempo infernal en hoyos en el barro en las ruinas de Krynky. Hasta que finalmente se canceló esta locura sin sentido. En la guerra, a veces son necesarias cabezas de puente costosas como parte de una ofensiva (por ejemplo el famoso Día D en las playas de Normandía). Pero no se avecinaba ninguna ofensiva. Era solo una exhibición. Lo extraño es que de alguna manera funcionó en la parte mediática, ya que algunos analistas militares ingenuos de los países de la OTAN (entre ellos uno danés) comenzaron a hablar de Krynky como un punto de inflexión en la guerra. Con sólo un vistazo rápido al mapa se podría confirmar que no podía ser así. Otro ejemplo es la obsesión de ir a las costas de Crimea en lanchas rápidas para tomarse selfies con una bandera ucraniana. La mayoría de las veces con grandes pérdidas. O la renuencia a abandonar posiciones evidentemente condenadas, incurriendo en grandes pérdidas antes de la inevitable retirada o rendición (como en Mariupol, Lysichansk, Severodonetsk o Bahkmut).
Foto de la plaza Maidan en Kiev. Familiares de los soldados que fueron enviados a Krynki piden saber que pasó con ellos.
Las relaciones públicas y la publicidad son herramientas poderosas. Una campaña publicitaria inteligente para un producto decente puede hacer milagros al hacer creer a la gente que el producto es algo especial. Pero ni siquiera la mejor campaña publicitaria puede convertir un mal producto en un éxito. Lo mismo ocurre en la guerra. Tener gente de relaciones públicas talentosa, un gran presupuesto y el respaldo de los medios occidentales son herramientas poderosas. Pero no pueden convertir las derrotas en victorias.
Y cuando la campaña de relaciones públicas es un sustituto de una estrategia militar inteligente, ya hay problemas serios.
Antes de la contraofensiva ucraniana en el verano de 2023, Ucrania lanzó un video de propaganda, probablemente con el objetivo de levantar el ánimo de la población y asustar a los rusos. El video fue elogiado por los medios occidentales, pero la ofensiva fue un desastre completo. Así pues, el Gobierno ucraniano ganó la guerra mediática, pero perdió la guerra real.
A mí, la estrategia de Zelenski (si es que tiene alguna) parece suicida. Por lo que puedo ver, deposita su esperanza en una escalada del conflicto, para así convencer a sus amigos de la OTAN a que acudan en su ayuda. Esta es la única explicación que encuentro para los repetidos bombardeos a la central nuclear de Zaporizhia y el envío de drones contra la central nuclear de Kursk. Puede que sea también la verdadera explicación para la incursión en Kursk: provocar a los rusos para que tomen represalias, por ejemplo bombardeando Kiev, y de esa manera provocar una intervención de los amigos de la OTAN.
¿Por qué esta estrategia suicida? Tal vez Zelenski sea consciente de que, a cómo se está desarrollando la guerra, su supervivencia es incierta, tanto política como físicamente. No es que los rusos vayan a matarlo; probablemente no lo harán (pese a lo que él afirma). Pero si decide negociar la paz, sus amigos extremistas nacionalistas pueden hacerlo. Y si no negocia, en algún momento la gente de su entorno puede decidir deshacerse de él para evitar una derrota completa. Así que no tiene una salida fácil. El pobre.