Escrito por Thorbjorn Waagstein
En los países europeos de la OTAN se ha formado un nuevo consenso político que sostiene que, como ya no pueden contar con una garantía automática de seguridad estadounidense, se enfrentan a una amenaza existencial y por lo tanto hay una necesidad urgente de un rearme drástico. Se dice que deberían estar preparados para una guerra con Rusia dentro de tres a cuatro años. Este consenso cuenta con el apoyo de todo el espectro político, de derecha a izquierda. El único problema es que los datos no lo respaldan.