La industria automotriz está a la puerta de grandes cambios a causa de la llegada de los vehículos eléctricos. No solo carros/autos, también furgonetas, camionetas, camiones y autobuses. Después de que la industria automotriz intentaba por años descartar los vehículos eléctricos como un fenómeno sin mucha importancia, ahora está cada vez más claro que el cambio es inevitable y puede llegar mucho más rápido de lo que muchos piensan. Actualmente hay discusiones acaloradas y caras preocupadas en las juntas directivas de las grandes empresas automotrices. Algunas tomarán decisiones acertadas, otras tomarán probablemente decisiones equivocadas. Algunas empresas bien conocidas sobrevivirán y prosperarán, otras desaparecerán sin pena ni gloria en los próximos años. Pero el cambio viene.

Los vehículos eléctricos son actualmente demasiado caros. ¿Podría ser por el costo de la batería? Eso es solamente una parte de la explicación. La otra es la escala: el volumen de producción es demasiado bajo para que haya economía de escala. A esto se agrega la falta de competencia: las empresas productores de vehiculos no están realmente interesado ​​en vender en cantidad, ya que temen que va a perjudicar su propia venta de automóviles convencionales que les sale más rentable. La respuesta es regulación y más competencia. No más subsidios.