No hay nada nuevo en este dilema para países en guerra. Ucrania está en guerra, se ha declarado estado de emergencia y los partidos políticos y medios de comunicación opositores han sido clausurados. En Rusia no se ha declarado estado de emergencia, pero existe una ley draconiana contra la "desinformación deliberada" con respecto a la "operación militar especial". No son las mejores condiciones para un periodismo que pretende ser por los menos un poco objetivo.
No sorprende que casi todos los medios de comunicación de los países de la OTAN están actuando como si sus países también estuvieran en guerra. Lo mismo ocurrió durante las guerras de la OTAN en Yugoslavia, Irak, Afganistán y Libia. Muchos se recuerdan todavía de los periodistas "incrustados" en el ejército de los EE.UU. en Iraq, que nos permitían ver la guerra desde el interior de un tanque estadounidense. Los buenos contra los malos. Los héroes contra los villanos. Lo que es, quizás, más sorprendente es que incluso los medios normalmente ligeramente críticos se han alineado completamente.
Para la mayoría de los periodistas no hay ningún dilema, ya que ellos lo ven como su deber moral apoyar a los buenos. Sería inmoral difundir información que podría verse como una ayuda al agresor. Pero para alguien que quiere comprender lo que realmente está sucediendo, esta cobertura mediática es frustrante. Es muy difícil averiguar cuáles son los hechos. En la mayoría de los países de la OTAN, los medios de comunicación rusos han sido cerrados (como RT y Sputnik), e incluso el acceso a los sitios web de noticias rusos ha sido bloqueado, por lo que se necesita una VPN para poder acceder a diferentes informaciones y sacar sus propias conclusiones. (En este aspecto sale a relucir América Latina donde no se ha recurrido a este tipo de censura.)
En lo que sigue presento unos pocos ejemplos de los puntos inverosímiles y frustrantes en la cobertura de los medios occidentales.
Los rusos están perdiendo la guerra
Después de que quedó claro que el ejército ucraniano no colapsó en las primeras semanas de la guerra, los medios de comunicación pasaron de predecir una victoria rusa rápida, a informar que Rusia está "perdiendo la guerra", o incluso mejor: ya perdieron. A medida que las fuerzas ucranianas van de una victoria a la otra sobre las tropas rusas desmoralizadas, continúan perdiendo terreno y, según el presidente ucraniano, Zelinsky, Rusia y sus aliados locales controlaron en junio alrededor del 20% del territorio de Ucrania. Esto es contrario a toda lógica, pero aún así, eso es el discurso oficial de los funcionarios de la OTAN y los líderes políticos europeos. Y los medios les siguen fielmente la onda. Cuando las fuerzas ucranianas fueron expulsadas de Severodonetsk y Lysichansk, una batalla que el presidente Zelinsky había dicho determinaría el destino de Donbas, de repente se trataba solamente de un reagrupamiento y un retiro hacia posiciones defensivas nuevas y más fuertes. Una cosa es lo que los periodistas quieren que suceda, y otra es lo que realmente está sucediendo. Parece que no pueden distinguir una cosa de la otra. ¿Por qué nos toman? ¿Por tontos?
Los rusos están deliberadamente atacando a civiles
Según la ONU, 5.327 civiles habían muerto desde que comenzó la guerra hasta agosto de 2022, de las cuales el 84% en las áreas controladas por el gobierno y el 16% en áreas controladas por Rusia y sus aliados. Se dice repetidamente, y ahora se toma como un hecho, que los rusos están deliberadamente atacando a civiles. Todos hemos visto las imágenes horribles de civiles heridos y muertos en Ucrania, el gobierno ucraniano y Amnesty International lo confirman, así que obviamente es un hecho, ¿verdad? Para un observador imparcial, la respuesta es no, no lo es. Ocurre a veces durante guerras que civiles son atacados deliberadamente. Era parte de la estrategia de los aliados durante la Segunda Guerra Mundial, y la idea era que un "frente interno" devastado y desmoralizado conllevaría una capitulación más rápida de la Alemania nazi y el Japón imperial. El horrendo bombardeo de fuego de Hamburgo (Operación Gomorra), Dresden y Tokio con cientos de miles de civiles muertos en cuestión de horas se justificó con este argumento, al igual que el lanzamiento de bombas nucleares estadounidenses contra las ciudades japoneses de Hiroshima y Nagasaki. La justificación ha sido puesto en duda, ya que se ha cuestionado si estas matanzas masivas de civiles realmente aceleraron el final de la guerra. Y de todos modos, no hay forma de negar que fueron crímenes de guerra.
Las ruinas de Hamburgo después de la “Operación Gomorra” — Imperial War Museum / Wikipedia Commons
La primera pregunta es: ¿por qué razón atacarían los rusos deliberadamente a civiles? Se supone que la población de Donbas y el sur de Ucrania simpatiza con Rusia, y estas son áreas que los rusos quieren "liberar". Algunos insisten que simplemente intentan aterrorizar a las poblaciones para que se sometan, estilo ISIS. Pero este narrativo no cuaja. Un reportaje en la revista norteamericana Newsweek ofrece un relato más sobrio. Un analista senior de la Agencia de Inteligencia de Defensa les dice que si quisieran, los rusos podrían causar mucho más daño. "La zona central de Kiev apenas ha sido tocada. Y casi todos los ataques de largo alcance han sido dirigidos hacia objetivos militares". "Sé que es difícil ... tragar que la carnicería y la destrucción podrían ser mucho peores de lo que son. Pero eso es lo que demuestran los hechos". Los ataques dentro de las principales ciudades (Kiev, Kharkov y Odesa) no solo han sido limitados, sino que un oficial retirado de la Fuerza Aérea de EE.UU señala que incluso cuando la aviación de largo alcance rusa ha incursionado sobre el oeste de Ucrania, lejos del campo de batalla, los bombarderos Tu-95 "Oso" rusos que son equipados con misiles cruceros e hipersónicos, han dirigido los ataques a objetivos militares.
Aun cuando los civiles no son atacados deliberadamente, pueden terminar siendo víctimas. La razón más obvia es que cuando se disparan armas pesadas desde áreas residenciales, escuelas, hospitales, etc., atrae automáticamente contrafuego, como también (sorprendentemente) lo señaló Amnistía Internacional en un informe reciente (lo que causó una violenta campaña mediática en su contra). A esto viene la inteligencia errónea y los errores técnicos. Cuando la OTAN bombardeó un convoy de refugiados en la Yugoslavia en 1999, nadie implicaba que era porque la OTAN estaba atacando deliberadamente a civiles, aunque los chinos no se han mostrado tan convencidos de que el bombardeo de su embajada en Belgrado el 7 de mayo de 1999, que mató a tres periodistas chinos fue un accidente. Sin embargo, no había duda de que la OTAN bombardeó deliberadamente la infraestructura civil sin valor militar. Según el periódico norteamericano Washington Post: ‘Han devastado objetivos que van desde las dos refinerías de petróleo más grandes del país, en Pancevo y Novi Sad, hasta la fábrica de Zastava en Kragujevac, que producía el automóvil Yugo y empleaba a unos 15,000 trabajadores. El bombardeo ha cortado todos menos uno de los puentes del río Danubio, limitando severamente la comunicación entre la región agrícola de Vojvodina en el norte y el resto de Yugoslavia''. “El 12 de abril, los aviones de combate de la OTAN atacaron una planta de calefacción en las afueras de la ciudad (de Krusevac, una ciudad de 150,000), reduciéndola a una pila de escombros y hierro retorcido. Luego continuaron con un bombardeo de la fábrica más grande de la región, la planta “14 de octubre”, que producía excavadoras, retro-excavadoras y otra maquinaria pesada. Lo que quedó en pie fue destruido en una segunda incursión tres días después". Etcétera. La justificación era que esto "desestabilizaría el régimen de Milosevic". No hace falta recordar que la OTAN no ofreció ayuda alguna a Serbia para la reconstrucción después de terminada la guerra.
Los bombarderos de la OTAN destruyeron cuatro puentes en el Danubio en Novi Sad, la siguiente ciudad más grande de Serbia, por lo que la gente tuvo que usar barcazas para cruzar el río Danubio. Foto de Darko Dozet, https://commons.wikimedia.org: link
Los rusos bombardean la planta nuclear de Zaporizhia
El bombardeo irresponsable de la planta nuclear de Zaporizhia se reporta como bombardeo ruso, o se informa que las dos partes se culpan entre sí. Los rusos tomaron el control de la planta nuclear en las primeras semanas de la guerra, y también controlan la ciudad de Energodar, donde se encuentra la planta. Aun así, se supone que debemos creer que los rusos se están bombardeando as sí mismos por alguna razón siniestra, con el riesgo de que todo el sur de Ucrania bajo su control se vuelva inhabitable. Esto nuevamente es contrario a toda lógica. El presidente Zelinsky al mismo tiempo insiste en que los rusos están usando la planta como base para organizar ataques, sabiendo que las fuerzas ucranianas no pueden disparar contra la planta. Podría tener razón, aunque lo dudo, pero si fuera aśi, ¿quién está entonces bombardeando la planta? Se esperaría que un periodista serio hiciera la pregunta, pero, por desgracia, no es el caso.
La economía rusa no está en camino al colapso, ya colapsó
El ministro de comunicación del difunto Presidente Saddam Hussein, Mohammed Saeed al-Sahhaf, fue apodado “Alí, el cómico” por los periodistas occidentales porque se negó a aceptar que el ejército iraquí había sido derrotado por las fuerzas invasoras estadounidenses, a pesar de que se podía verificar fácilmente, solo echando una mirada por la ventana. Bueno, estamos en esta misma cancha. Un estudio realizado por la Universidad de Yale, una de las universidades más prestigiosas de EE.UU., afirmó en agosto de 2022 que la economía rusa ya se había derrumbado e iba camino al olvido. Fue citado por casi todos los medios de comunicación del mundo, no solo los medios occidentales, sino incluso por los medios en lugares remotos de África y América Latina. Después de descargar el estudio y leer las primeras páginas, me quedó claro que era una completa pérdida de tiempo. Se puede argumentar de forma plausible que la economía rusa en los próximos años se verá gravemente dañada por las sanciones de los países occidentales, pero la asombrosa aseveración de que el colapso ya había sucedido, podría haberse verificado si los muchachos de Yale (me niego a creer que sean investigadores) hubieron hecho un viaje a Moscú y echado una mirada por la ventana. Afortunadamente, el sitio de noticias Bloomberg se ha tomado el tiempo de revisar el "estudio" y refutarlo punto por punto. Es una lectura muy larga, por lo que mi consejo sería simplemente ignorarlo y relegarlo al departamento de Ali, el cómico.
Después de repetir una frase del estratega militar chino Sun Tzu 'El engaño está en el corazón de toda guerra', un analista político de Al Jazeera escribe: 'Ver periodistas y expertos en revistas estadounidenses y británicas respetadas agotar los sinónimos de fascistas, malvados y peligrosos para describir a Putin de Rusia, con poco o ningún intento de equilibrio u objetividad, uno se inclina a creer que los medios de comunicación occidentales se han alistado en gran medida en la cruzada de la OTAN contra la Rusia de Putin hasta la victoria'. O para citar un artículo de opinión en la revista australiana Spectator: ‘Ali, el cómico, ríe de último. Los principales medios de comunicación occidentales son un chiste".