Efectivamente es algo sorprendente, ya que no se ha puesto en práctica ninguna medidas llamativas. A pesar de haber tenido un gobierno de derecha desde 2001, los recortes en el llamado “Estado de bienestar” han sido limitados, ya que no habido respaldo popular para ello. El nivel de impuestos continúa siendo alto. No se ha implementado políticas industriales para promover el desarrollo. No ha habido una revolución Thatcherista. ¿Así que cual sería la explicación? Algunos insisten en el llamado modelo danés de “flexiguridad”: en Dinamarca es fácil para las empresas contratar y despedir a trabajadores, y aún así los empleados tienen cierta seguridad a través de subsidios a los desempleados y programas para reinserción laboral. Según ellos, esto es lo que ha creado un ambiente particularmente propicio para el crecimiento económico y el empleo.
Pero son cuentos. Aunque pocos lo han notado, la explicación es mucho mas prosaica: petroleo y gas. Dinamarca es productor y exportador de petroleo y gas, así que igual que Irán, Venezuela y Rusia, el petroleo y el gas han sostenido el crecimiento económico.
Dinamarca has sido productor de petroleo y gas desde los años setenta, pero es hasta 1997 que el país logra el auto-abastecimiento, y más tarde llega a tener una exportación neta de energía que ha dado un aporte considerable a través de una producción creciente y precios favorables. Impuestos y la participación del Estado en las ganancias ha contribuido con fondos importantes a las arcas públicas.
Algunas cifras:
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En 2006, petroleo y gas constituyeron el segundo rubro más importante de exportación, contribuyendo con 12% del total de las exportaciones.
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En 2008, el superávit en el comercio exterior de Dinamarca (cuenta corriente) fue de casi 6,000 millones de USD, mientras que la Dirección Nacional de Energía (www.ens.dk) estima que la contribución neta del sector de los hidrocarburos a la balanza de pagos era de alrededor de 10,000 millones de USD – en otras palabras, la cuenta corriente hubiera mostrado un déficit considerable si no hubiera sido por el sector de hidrocarburos.
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El superávit en las finanzas públicas era en 2008 alrededor de 12,000 millones de USD, mientras que la Dirección de Energía estima que la contribución del sector de hidrocarburos era de casi 7,000 millones – en otras palabras, el superávit hubiera sido de menos de la mitad si no hubiera sido por el sector de hidrocarburos.
Pero la fiesta ya está por terminar. Las reservas de hidrocarburos de Dinamarca nunca han sido muy grandes, y una década de “boom” ha terminado. La producción de petroleo y gas ha estado bajando desde 2004-5, y si no se hay unos hallazgos nuevos importantes, el declive continuará en la próxima década. Se estima que en una década Dinamarca volverá a ser importador neto de hidrocarburos.
La reducción de la producción los últimos años ha sido compensada por mejores precios, pero como los precios se han reducido desde mediados de 2008 y la producción sigue decreciendo, los efectos comienzan ahora a sentirse en la economía danesa. Mucho depende del comportamiento del precio del petroleo. En un escenario de precios bajos (30 USD por barril), la contribución fiscal del sector de hidrocarburos será insignificante, y aún a un precio de 60 USD por barril la contribución va mermando en los años venideros. Solamente si el precio regresa a 120 USD, la fiesta puede continuar un rato más – por lo menos una media década. Sin embargo, en última instancia la caída de la producción comenzará a sentirse, y cuando Dinamarca vuelve a ser importador neto de hidrocarburos ya no tendrá chiste que el petroleo sea caro.
Con el impacto de la crisis financiera, reforzado por la caído de los ingresos de los hidrocarburos, la base de la economía danesa va cambiando. Igual que en otros países la crisis financiera ha puesto fin a una burbuja inmobiliaria que había durado una década, y con la burbuja desinflada se ha paralizado el sector de construcción. El sector público tendrá un déficit grande los próximos años y se espera que el desempleo puede llagar a unos 150-200,000, al mismo tiempo que el superávit en el comercio exterior prácticamente se esfuma. Así que en el largo plazo la fiesta ya terminó.
Pero en el corto plazo, Dinamarca tendría que apostar a que OPEP y Chávez logren mantener el precio de petroleo para que la fiesta pueda continuar un rato más, y de esta manera las últimas reservas de hidrocarburos que le queda al país no tendrán que venderse a precios de subasta.
Una vez agotados los recursos de hidrocarburos, una buena pregunta es si Dinamarca ha logrado hacer buen uso de ellos mientras duraban. O si tal vez hubieron guardado un poco para un futuro de escasez.